
En Cancún se ha reducido, con contundencia, a una sola pista: la interna de Morena. La más reciente encuesta de Massive Caller, con corte al 21 de octubre de 2025, confirma lo que ya se veía venir: la oposición está fuera de la conversación real por la presidencia municipal de Benito Juárez.
Los números son tan claros como implacables:
● Morena, PT y Partido Verde suman el 46.3% de las preferencias.
● PAN apenas llega al 19.5%,
● PRI se queda con un 12.6%,
● y Movimiento Ciudadano no pasa del 7.3%.
Con ese escenario, es evidente que el relevo municipal para 2027 se jugará únicamente entre dos nombres: Verónica Lezama Espinosa y Pablo Gutiérrez Fernández.
Y dentro de Morena, la contienda ya se perfila con claridad: Verónica Lezama encabeza las preferencias internas con un 23.3%, mientras que Pablo Gutiérrez se mantiene con un 13.9%.
Ambos son perfiles consolidados. Ambos representan lo mejor del morenismo en Cancún. Pero también encarnan estilos distintos de hacer política, y eso les ha permitido ocupar sus respectivos espacios en la preferencia ciudadana.

Vero Lezama Espinosa ha construido un liderazgo propio desde el Sistema DIF Quintana Roo. Su trabajo ha estado marcado por la empatía, la cercanía con las causas sociales y una gestión enfocada en resultados tangibles para las familias más vulnerables. No es una figura impuesta ni un relevo automático: es una mujer que ha sabido ganarse su lugar con trabajo de campo, sensibilidad y una comprensión profunda de lo que significa gobernar desde lo humano. Su presencia en el primer lugar de las preferencias no es fortuita: es consecuencia de dedicación y constancia.
Por su parte, Pablo Gutiérrez Fernández, actual secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez, ha demostrado ser un político de territorio. Su cercanía con las comunidades, su disposición para atender problemáticas —incluso cuando no son de competencia directa del Ayuntamiento— y su capacidad de gestión lo han posicionado como un actor clave en la vida pública de Cancún. El pueblo lo reconoce como un servidor que escucha, actúa y soluciona. Su bandera de “hacer equipo” no es retórico, ha sido una práctica cotidiana.
Ambos perfiles no solo encabezan las preferencias internas; también representan a cabalidad los valores de la Cuarta Transformación: justicia social, honestidad, cercanía con el pueblo y compromiso real con las causas comunitarias. Morena en Cancún no solo está en ventaja numérica; tiene, además, dos cartas fuertes con capital político propio y legitimidad construida en territorio.
Frente a ellos, la oposición parece más preocupada por sobrevivir que por competir. Con porcentajes que no alcanzan ni la mitad del respaldo que tiene el bloque morenista, ni el PAN, ni el PRI, ni Movimiento Ciudadano tienen hoy un perfil capaz de pelear seriamente por la presidencia municipal en 2027. Su discurso no conecta, sus estructuras están desgastadas y, sobre todo, carecen de un liderazgo que genere confianza o esperanza.
En Cancún ya no hay lugar para ambigüedades: la disputa por el poder municipal está definida en lo esencial. Queda por resolverse el género, pero los nombres y el partido están claros: Verónica Lezama o Pablo Gutiérrez por Morena.