Lo que parecía un día tranquilo para un hombre en Cancún terminó en una escena digna de una telenovela… ¡y con final doloroso!
Todo comenzó cuando el protagonista de esta historia decidió acompañar a su novia al banco, sin imaginar que el destino le tenía preparada una sorpresa: su esposa también estaba ahí.
Al percatarse de la presencia de su cónyuge, el hombre no lo pensó dos veces y, cual película de acción, emprendió una fuga desesperada para evitar el enfrentamiento.
Sin embargo, en su torpeza, terminó entrando por error a una casa ajena.
Los dueños del hogar, creyendo que se trataba de un ratero, no se anduvieron con rodeos y lo agarraron a golpes.
La confusión terminó de la peor manera para el infiel, quien logró escapar de la casa maltrecho, pero con su dignidad por los suelos.
Como pudo, el hombre llegó a la Cruz Roja, donde fue atendido por sus lesiones.
Según los paramédicos, entre los golpes y la vergüenza, apenas podía hablar.
La moraleja es clara: si vas a ser infiel, ¡mejor revisa el itinerario de tu esposa primero!