
Cancún.- El reciente caso de un policía municipal con clave Gavilán en Cancún captado uniformado y portando su arma de cargo, mientras realizaba compras personales con su familia ha generado polémica y debate entre ciudadanos y especialistas en seguridad.
Aunque puede parecer inofensivo, estas acciones están reguladas y, en la mayoría de los casos, se consideran inapropiadas debido a los riesgos que implican.
- La normativa: funciones específicas del uniforme y el armamento
El uniforme y el arma asignados a un oficial representan la autoridad del Estado y deben utilizarse exclusivamente en el ejercicio de sus funciones. De acuerdo con los reglamentos de muchas corporaciones policiales, portar el uniforme fuera de servicio o utilizar el armamento para fines personales está prohibido, ya que desvía el propósito de estos elementos.
“Un policía uniformado está representando a la institución, y su actuación debe estar vinculada únicamente a sus responsabilidades como agente de la ley. Realizar actividades personales en esta condición puede generar confusión entre los ciudadanos y comprometer la imagen institucional,” explica un especialista en seguridad pública.
- Riesgos para el oficial y su familia
Portar el arma y el uniforme fuera de servicio también puede representar un riesgo significativo para el propio agente y su familia. En caso de un altercado o situación de riesgo, el oficial podría ser identificado fácilmente como objetivo por grupos delictivos o personas hostiles.
Además, al estar acompañado de su familia, los convierte en posibles víctimas colaterales en cualquier enfrentamiento o ataque que pudiera generarse por la exposición del agente.
- Percepción ciudadana y profesionalismo
La presencia de policías armados en espacios no relacionados con su labor puede generar incomodidad entre los ciudadanos, quienes esperan que estas herramientas sean utilizadas únicamente para garantizar su seguridad.
“La imagen de un policía uniformado en una tienda o supermercado realizando actividades personales puede interpretarse como un abuso de recursos públicos, incluso si no lo es,”
- Recomendaciones y regulación interna
Corporaciones policiales en todo el país tienen protocolos claros sobre el uso de uniformes y armas de cargo. Estas indican que, al término de su turno, el agente debe devolver el armamento y evitar portar el uniforme, salvo en circunstancias específicas autorizadas.
En caso de incumplimiento, las sanciones pueden ir desde amonestaciones hasta suspensiones, dependiendo de la gravedad del caso y el reglamento interno de la corporación.
Conclusión: un tema de ética y seguridad
Si bien los policías son servidores públicos las 24 horas del día, portar el uniforme y armas durante actividades personales no es una práctica recomendable ni aceptable en la mayoría de los casos.
Este tipo de situaciones debe evitarse para preservar la seguridad del agente, su familia, y garantizar la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad pública.