No hay prestadores de servicios turísticos ni visitantes a la vista, todos permanecen resguardados en sus centros de hospedaje por instrucciones de las autoridades.
Además de profundas inundaciones y vehículos varados en el bulevar Kukulcán y estacionamientos, salta a la vista la destrucción que dejó a su paso la poderosa “Helene” que con gran furia azotó al destino durante las últimas 12 horas.
Ventanales rotos, árboles y palmeras caidas, embarcaciones volteadas, señalamientos caídos e infraestructura diversa destruida, parte del saldo preliminar.
Hay que destacar que la popular zona de discotecas del kilómetro 9.5 quedó convertida en una auténtica laguna de grandes dimensiones que abarca todo el bulevar en ambos carriles y que llega hasta los centros de diversiones; es intransitable.
Además, el servicio de transporte público continúa suspendido por tiempo indefinido por parte de las diferentes empresas que cubren dicha ruta.